En lo que respecta a las joyas, la tendencia apunta en dirección opuesta al quiet luxury que se viene dando hace un par de temporadas. Se llevan piezas rotundas y estrafalarias, en cualquiera de los accesorios que se nos ocurra. Los accesorios gigantes vienen surgiendo hace meses, pero se podría decir que fue la met gala de este año que, claramente, tuvo un fuerte impacto en lo que respecta al lujo y la riqueza.
Las propuestas de distintas marcas, tanto de lujo como mainstream, se basan en caravanas en tamaño mayúsculo, con cierto deje ochentero, que se combinan con cuellos escotados para darles protagonismo.
También se podrán ver conjuntos más discretos (tamaño mediano) en combinación de brazaletes, collares y caravanas. Así como, manteniendo la estética “dosmilera” se verán collares de estilo gargantilla, muy grandes y anchos. También habrá mucha variedad en estilos temáticos, caravanas con formas geométricas, flores enormes, mariposas, animales; mucho dorado, bronce, blanco y negro.