En el núcleo de nuestra esencia, bailan en armonía los cuatro elementos fundamentales de la creación: fuego, agua, aire y tierra. Como el magma que nutre la tierra misma, cada uno de estos elementos alienta nuestra alma y diseña el viaje de nuestro ser.
Nos pasa que en el vaivén de lo cotidiano, a menudo nos envuelve la superficialidad, escondiendo nuestra esencia más íntima. Es por ello que esta campaña nos invita a reconectar con nuestro ser interno, instándonos a reconocer y abrazar lo que verdaderamente nos impulsa. Nos invita a ser auténticos, dejando que la fuerza de nuestra propia naturaleza guíe el camino.
El fuego, representa la pasión y el propósito de nuestras vidas, nos recuerda la importancia de expresarnos con intensidad en nuestra forma de ser, pensar y también de vestir. El fuego para el hombre ha sido símbolo de supervivencia, de comunidad, el fuego como símbolo de la comunión, generando un espacio para conversación entre las personas, pero también como chispa divina dentro de cada individuo, que necesita ser avivada y cultivada para alcanzar su pleno potencial. Al incorporar el fuego en nuestro estilo, podemos encender la llama de nuestra creatividad y expresión personal con intensidad.
El agua, como fuente de toda la vida, con su fluidez y adaptabilidad, representa nuestra capacidad de cambio y renovación. Nos invita a sumergirnos en la esencia de nuestra autenticidad. Como el flujo constante de un río, el agua nos enseña a adaptarnos y evolucionar con gracia ante los cambios que enfrentamos. El agua nos inspira a reflejar esa adaptabilidad y flexibilidad. En un mundo que cambia a cada minuto, al igual que el agua se adapta a su entorno, nosotros también podemos adaptarnos para evolucionar y convivir.
El aire, con su libertad y ligereza, nos inspira a liberarnos de las expectativas externas y a volar con nuestras propias alas. Al dejar que el aire nos guíe, podemos encontrar una sensación de libertad y autenticidad en nuestra forma de presentarnos frente al mundo. Como si fuera una suave caricia del viento, el aire nos enseña a fluir con gracia y elegancia desde el adentro hacia el afuera. Nos invita a lucir y sentirnos livianos, efímeros y verdaderos.
La tierra, fértil, sólida y arraigada, nos conecta con las raíces más profundas de nuestra existencia. Como la base sobre la que se construye y nace todo, la tierra nos invita a cultivar una conexión sólida con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea. Cuando honramos a la tierra en nuestro estilo, esto se traduce en una elección consciente de prendas que reflejen nuestra autenticidad y nos hagan sentir arraigados en nuestra propia piel. Al igual que la tierra sostiene y nutre la vida que florece sobre ella, nuestras elecciones, desde lo que vestimos hasta lo que pensamos, nos sostienen y nos permiten florecer como individuos únicos y genuinos.Con estas representaciones gráficas de los cuatro elementos naturales, cada uno con su energía única, nos ofrecemos un espejo para contemplar nuestra propia esencia y el proceso de transformación que deseamos experimentar.Así como el magma en el corazón de la tierra alimenta la vida, cada uno de nosotros alberga un fuego interior que nos impulsa hacia la pasión y el propósito. El agua nos enseña la importancia de fluir con gracia y adaptarnos a los cambios, mientras que el aire nos invita a liberarnos de las expectativas externas y a volar con libertad. Por último, la tierra nos conecta con nuestras raíces más profundas, recordándonos la importancia de mantenernos arraigados en nuestra verdad interior.
En este viaje hacia la autenticidad, la moda se convierte en una expresión de nuestra esencia más genuina, reflejando la belleza y la fuerza intrínseca de la condición humana.Por eso desde Magma queremos invitarnos a explorar el ser más profundo y disfrutar plenamente del viaje hacia la autenticidad.
CRÉDITOS:
Dirección creativa: Paola Cerezo
Producción: Sofía Bauzá
Modelo: Victoria Rutenberg
Foto y postproducción: Brian Ojeda
Styling: Victoria Wolff, Verónica Wajskopf, Marly Stratta
Beauty: Fernando Castillos, Gaia Marichal, Celeste Korol
Asistencia de fotografía: Diego Hematoma
Asistencia de producción: Belén Vaz
Asistentes: Belén Pagola y Agustina Sánchez